La que llegó a ser la imprenta para ciegos y discapacitados visuales más importante de América latina, la Editorial Nacional Braille de Argentina es hoy es un edificio semivacío, sin electricidad, sin baños, sin gas, ni calefacción. La mayoría de sus empleados –entre 50 y 60, en total– está de licencia, ha sufrido mudanzas intempestivas, y hay desmentidas y acusaciones cruzadas alrededor de una editora que no imprime libros desde hace tres años. En el medio, por supuesto, los usuarios que está en consecuencia perjudicados y nadie responde por ellos.
La falta de producción está afectando al aprendizaje del colectivo de ciegos y discapacitados visuales, ya que la edtora era la encargada natural de proveer materiales de estudio para decenas de escuelas especiales en todo el territorio argentino. Se encargaba de diseñar, diagramar y suministrar material educativo impreso en relieve sobre papel, sobre mapas o gráficos diversos, hecho con equipamientos especiales.
vía La Editora Nacional Braille, sin gas, sin baños y sin libros