Los nuevos tiempos exigen nuevas estrategias corporativas en todos los sentidos y esto también es extrapolable al área de las tecnologías de la información. Las empresas se enfrentan en la actualidad a desafíos cada vez mayores, comenzando por el entorno económico que les ha tocado vivir, muy complejo e impredecible, y pasando por muchos otros, como una regulación cada vez más exigente por parte de las autoridades y un aumento sin igual de los datos que deben almacenar, gestionar y analizar.
Por todo ello se hace preciso que éstas dispongan de métodos nuevos –mucho más flexibles y escalables– para gestionar las infraestructuras de TIC. Métodos que, por otra parte, no afecten a la seguridad y la fiabilidad de sus datos y aplicaciones, etc. y que permitan una reducción del coste global en materia tecnológica.
En este punto cuando la externalización de la infraestructura de TI a un proveedor externo o colocation entra en juego. Esta práctica es una de las opciones que pueden resultar más adecuadas para las empresas en la actualidad, como se destaca en un informe elaborado al respecto por Interxion bajo el título Reflexiones sobre colocation. Existen varias opciones al respecto: una es que el proveedor facilite solo el espacio y la alimentación eléctrica, la climatización y la seguridad, de modo que los clientes mantengan y gestionen sus máquinas, etc.; otra es que el proveedor facilite, además de lo anterior, el acceso a redes gestionadas y soluciones de conectividad, etc.; y, finalmente, que, además, el proveedor proporcione y mantenga los servidores y demás equipos y la conectividad e infraestructura del centro de datos.
¿Una opción buena para todas las empresas?
Aunque la externalización de la infraestructura a un proveedor externo puede ser una solución para muchas empresas que deseen mejorar el rendimiento de sus aplicaciones y seguridad, hay que tener en cuenta que también es posible que no sea una práctica que interese a todas las empresas o al menos no lo es para todos sus negocios. Es más, hay empresas que consideran que es mejor gestionar en casa (en sus instalaciones) los activos vitales.
No obstante, lo cierto es que siempre tendrán datos, aplicaciones y otras áreas que no sean core o estratégicamente importantes para la ventaja competitiva de su organización y que, si se externalizaran, mejorarían su rentabilidad.
Hay que tener en cuenta que alojar parte de su infraestructura de TI en un proveedor de centro de datos les permitirá acceder a recursos compartidos de potencia y climatización, lo que al final reduce el coste global en estas áreas.
En definitiva, la externalización de la infraestructura de TI o colocation es una opción cada vez más adecuada para las organizaciones en los tiempos que corren.
Si desea más información sobre externalización de TI puede descargarse el informe Reflexiones sobre colocation publicado en la librería TICbeat