Uno de los mayores problemas de la digitalización de la mayoría de nuestros documentos (textos a fotografías, etc), es que cabe la posibilidad que un fallo informático pueda dar al traste con toda esa información, y hacerla desaparecer, al dejar nuestro ordenador inservible de la noche a la mañana.
Por ello, es necesario seguir una serie de reglas de seguridad a la hora de trabajar en Internet, así como ser precavido con determinados sitios y archivos que recibamos.
Para empezar, debemos hacer todo lo posible para que nuestro ordenador esté lo más seguro y sea lo más inaccesible posible a los virus e infiltraciones que recorren la red. El uso de un buen antivirus es básico, por lo que es necesario que usemos uno de una compañía de confianza. Los productos de la empresa Symantec, entre los que podemos encontrar el famoso antivirus Norton, Cloud Security Essentials o los certificados SSL, garantizan la seguridad, tanto de nuestro ordenador como del resto de dispositivos que operan online. Otros elementos que deberemos incluir es algún programa antispyware, para evitar que alguien pueda acceder a nuestra información, e instalar un Firewall (cortafuegos), que se puede obtener de manera gratuita y con el que tendremos completo el círculo de seguridad.
El resto de medidas a tomar en cuenta se refieren a los lugares que vistamos y a los documentos que descargamos. El software pirata es una tentación por su precio nulo, pero puede salir caro puesto que no podemos tener ninguna referencia de lo que contiene. Lo mismo ocurre con muchos de los archivos compartidos a través de redes P2P (Emule, Ares, etc). Si lo que queremos son programas gratuitos, quizá la mejor opción sea optar por un software libre (como OpenOffice).
Qué duda cabe que también tenemos que ser conscientes de dónde nos metemos a la hora de navegar por Internet. Cada vez es más común instalar SSL (certificados que garantizan la seguridad de los sitios) de manera que podemos conocer de antemano qué páginas son seguras y cuáles no para tomar la decisión más adecuada acerca de si realizar alguna gestión en ellas o no.
Y por supuesto, para terminar: Realizar habitualmente copias de seguridad de nuestros archivos.
Sencillos pasos con los que podremos quitarnos de encima muchos quebraderos de cabeza.